Lunes 24 de enero 2022
En este día en que los/as periodistas celebramos la festividad de nuestro patrón, S. Francisco de Sales, la flamante Asociación de Periodistas de Granada, entidad nacida con el único objetivo de defender la profesión, a quienes cada día la hacen posible y a la sociedad que se informa a través de nuestro trabajo, quiere hacer público este manifiesto, para llamar la atención sobre los riesgos que corre en la actualidad el derecho de la ciudadanía a recibir información veraz y la importancia que supone para garantizarla la profesionalidad, la independencia y la formación de los periodistas, que deben trasladar lo que está ocurriendo, a quienes quieren saber lo que pasa a su alrededor.
El propósito principal del periodismo es proporcionar a los ciudadanos, información veraz y oportuna para hacer valer sus derechos ante la sociedad, y para conseguir ese objetivo es fundamental el papel de los profesionales que recaban, contrastan y contextualizan esas informaciones.
Vivimos la paradoja de que en un tiempo en el que las nuevas tecnologías nos dan acceso al mayor volumen de información de la historia de la humanidad, corremos el riesgo de estar más desinformados que nunca y es que de nada sirve la superabundancia de noticias, si la ciudadanía no tiene la seguridad de su veracidad, ni el por qué de las mismas, algo que solo pueden garantizar profesionales de la información y medios de comunicación rigurosos.
El periodismo contribuye al desarrollo del conocimiento de la realidad. Las informaciones diarias son un primer elemento que, cuando se procesa mediante la crítica, la contextualización, los antecedentes y la proyección del hecho, la confrontación de fuentes y las aplicaciones del hecho, convierten la información en conocimiento.
Ese conocimiento es la base de la libertad. Una sociedad no puede ser libre si no conoce la realidad de lo que sucede. Solo cuando se conoce bien lo que pasa, las decisiones se toman en libertad en cambio, cuando no hay ese conocimiento, sociedades e individuos son manipulables. En último término el periodismo es importante porque contribuye con su tarea, al fortalecimiento y ejercicio de la libertad.
Si originalmente los periodistas teníamos el casi monopolio de la información, hoy y cada vez más, debemos gestionar las desviaciones y advertir a la ciudadanía contra la información falsa y las noticias falsas.
Los periodistas nos enfrentamos, como muchas otras profesiones e industrias a los riesgos de la digitalización de nuestra actividad. No solo necesitamos comprender al nuevo público y su comportamiento, sino que también debemos comprender el deseo de la audiencia de colaborar con nosotros.
Si el panorama digital nos plantea problemas como los anteriores, también es cierto que nos brinda grandes oportunidades. Esta era de evolución digital ha convertido al periodismo en uno de los productos más valiosos que existen en la actualidad, lo que ha llevado a un enfoque renovado en la recopilación, procesamiento y uso de información para seleccionar contenido específico para todos y cada uno de los consumidores.
Como cabía esperar, las consecuencias de la pandemia también han impactado en el empleo periodístico. Desde enero a septiembre de 2020, la cifra de periodistas parados aumentó un 29,1%. El desempleo ha crecido más entre los hombres, pero las mujeres siguen representando casi dos tercios de los periodistas sin trabajo, concretamente el 62%. En cuanto a los profesionales que trabajan como autónomos, en torno al 60% ha experimentado un descenso en los encargos recibidos de medios y empresas. Datos que demuestran el preocupante deterioro de las relaciones laborales de los periodistas y el alarmante descenso de sus condiciones salariales.
Por todo lo anterior y en este día tan especial para los profesionales de la información, desde la Asociación de Periodistas de Granada queremos reivindicar, tanto a las empresas privadas, como al sector público, un esfuerzo por el mantenimiento del empleo de calidad, así como la imprescindible mejora de las condiciones sociolaborales de los profesionales.
Hacemos un llamamiento, tanto a medios, como a instituciones, para erradicar la extrema precariedad laboral que padecemos porque el paro y el hambre son los mayores enemigos de la libertad de expresión y los aliados de la manipulación, la censura y las mentiras.
Así mismo reclamamos a las fuerzas políticas que regulen el derecho a la información, combatan la concentración de medios, regulen el secreto profesional, garanticen unos medios públicos independientes, ordenen el universo de los freelance y colaboradores, erradiquen los falsos autónomos y promuevan licencias para profesionales de la información en desempleo.
Somos conscientes de la crisis de ventas y la caída de publicidad, y asumimos que las empresas buscan la rentabilidad. Pero creemos que el continuo adelgazamiento de las redacciones locales acaba con su principal fortaleza: la cercanía. Los medios que no disponen de profesionales suficientes para contar lo que ocurre en su área de influencia y exponen a la plantilla que resiste a una sobrecarga de trabajo corren el riesgo de perder este contacto con su entorno y dejar de ser un referente para la ciudadanía.
La precarización se cronifica en un oficio que ahora, en la era de la desinformación, es más necesario que nunca. Entendemos que puede haber otra salida a la crisis que es la apuesta por los contenidos de calidad que sólo pueden aportar profesionales, con formación y experiencia, que a menudo son los primeros en ser damnificados en el recorte de gastos. Profesionales que además han demostrado su valía y redoblado esfuerzo durante lo más duro de la pandemia, y que siguen viendo impotentes como se eliminan puestos de trabajo.